LE
ODNUM LA SÉVER
O
para que todos nos entendamos mejor: EL MUNDO AL REVÉS. Y en sólo mil
palabras...
Llevamos
ya unos meses trabajando por una propuesta que tiene un cierto cariz romántico,
quijotesco y que como poco, es y está siendo muy, muy complicada de introducir
en nuestro deporte; tratando de convencer al FÚTBOL, a este fútbol que a todos
en la actualidad nos trae un poco de cabeza, y en el que nos escudamos en
ocasiones para evadirnos de la vida real durante 90 minutos, de que podemos mejorar
TODOS a través de nuestro DEPORTE: Una campaña para introducir en el fútbol la
TARJETA VERDE; charlas con árbitros, entrenadores, monitores, presidentes y
directivos de clubs, familiares y aficionados..., fotografías con más de 600
personas (entre entrenadores, monitores, presidentes, futbolistas profesionales
de primera división, ex-futbolistas, artistas, personajes públicos y demás
personas que se han interesado en la propuesta y todo ello POR y PARA EL
FÚTBOL, POR Y PARA NUESTRO DEPORTE Y PARA EDUCAR A NUESTROS JUGADORES DE HOY Y
FUTBOLISTAS Y PERSONAS DEL MAÑANA.
Muchos
nos han dado la razón y han apoyado la iniciativa, o al menos han elogiado la
idea (los más), otros nos han dado la razón como a los locos y luego han ido
practicando el deporte nacional a nuestras espaldas y otros (los menos) han
ignorado y despreciado este bonito proyecto, haciendo oídos sordos al mismo y
diciendo simplemente que el fútbol es cosa de hombres... , (entiendo que
querrán decir de hombres de las cavernas).
De
todo ello hemos sacado cosas muy positivas (la gente que nos aprecia y sabe de
nuestra pasión por este mundo del fútbol y lo que pensamos e intentamos innovar
siempre para mejorar en nuestra formación como entrenadores, como formadores,
como educadores, como comunicadores y como motivadores) nos han reconocido que
es una bonita idea, que TODOS deberíamos aportar nuestro granito de arena para
ayudar al niño a ser mejor... y cosas no tan positivas... como esto:
Casi
siempre los comentarios negativos se
hacen a escondidas, una tónica bastante habitual, usual y facilitada hoy en día
por las redes sociales, esas mismas redes sociales que al igual que te dan la opción de expandir,
difundir y hacer públicas y realidad tus buenas ideas, te dan del mismo modo, la
siniestra oportunidad de desahogarte escondido tras ellas para no dar la cara y
hacer daño a los que tratan de hacer las cosas según su conciencia y con toda
la buena fe del mundo, todo ello con los más variopintos y ocultos motivos.
Son ya
varias las veces en que en nuestras conversaciones con gente del fútbol sale a
la palestra el mismo comentario, casi siempre, todo hay que decirlo, de boca de
MONITORES DE FÚTBOL (sin ningún ánimo de menosprecio hacia ellos, que los hay
muy buenos, tanto como monitores como educadores), en el sentido de que:
"si, claro, por supuesto, la idea es buena y estoy de acuerdo con ella y
con que debería llevarse a cabo, pero si yo le enseño al niño que no debe
tirarse al sentir el mínimo contacto con un contrario, que debe devolver el
balón al contrario exactamente por donde él la echó fuera, a no cortar una
jugada de gol desentendiéndose del
balón, a tratar de no engañar al
árbitro, a no fingir una lesión para perder tiempo, a no protestar de forma
insistente, reiterada y ostensible al árbitro, a no entrar en provocaciones del
público o de un contrario, a no provocar a los mismos, etc., etc., luego me
vienen los padres diciéndome que LOS
NIÑOS NO TIENEN MALDAD !!.
Pero
pedazo de zopenco, ¿qué maldad quieres que tengan los niños?, seguimos
demostrando que todo vale con tal única y exclusivamente de ganar a cualquier
precio y bajo cualquier pretexto. Ahora resulta que el que un niño pierda su
inocencia en pro de tener maldad es BUENO, ES POSITIVO PARA EL FÚTBOL y por
relación directa PARA NUESTRA SOCIEDAD.
Lo
primero que demostramos con este tipo de comentarios es que somos entrenadores
SIN PERSONALIDAD al hacer caso de este tipo de comentarios por parte de los
padres y/o familiares y NOS ESCONDEMOS tras estos mismos comentarios para sacar
a relucir nuestro orgullo y el querer ganar si o si; lo segundo es que no
estamos en el equipo para FORMAR, EDUCAR
Y ENSEÑAR A JUGAR AL FÚTBOL, desarrollando al niño como jugador, deportista y
persona, sino para SACAR PECHO CUANDO GANAMOS UN PARTIDO O UNA COMPETICIÓN y no
lo hacemos cuando nuestros jugadores (NIÑOS)
SE DIVIERTEN EN EL ENTRENAMIENTO Y EN EL
PARTIDO y APRENDEN y SE RELACIONAN, SEA CUAL SEA EL RESULTADO; y lo tercero,
que SOLO VEMOS LA PAJA EN EL OJO AJENO, criticando a árbitros, jugadores
contrarios, padres y aficionados contrarios, pero no viendo lo que NOSOTROS
MISMOS NO HACEMOS BIEN (UNA MISMA JUGADA DENTRO DE MI ÁREA NO ES PENALTY, PERO
EN EL ÁREA DEL EQUIPO CONTRARIO ES PENALTY CLARÍSIMO).
Éste
es el fútbol que tenemos, éste es el mundo que tenemos, un fútbol, un mundo en el que buscamos que un
niño pierda su inocencia y adquiera maldad y unos hábitos más propios de adultos
irresponsables que de niños inocentes, mientras que su padre se comporta a su
vez como un niño, se viste como un niño y trata de hacerse (de cara a los demás) el sensible y sencillo como
un niño, aún teniendo edad, responsabilidad y obligación de comportarse como lo
que es, como un adulto, y como lo que es, un padre, dejando la formación de su
hijo al que trabaja con él, a su
entrenador y siendo consciente de que su hijo, un NIÑO, debe JUGAR, debe
APRENDER, debe RELACIONARSE y debe SER UN NIÑO, que, por suerte o por
desgracia, solo se es por un corto espacio de tiempo en la vida y nunca, por
desgracia para todos, por lo que de pérdida de
inocencia conlleva, vuelve atrás en el tiempo.
Kike Caballero.