foto: Kike Caba.
SUBE LA LUZ...
... y algo bueno, algo positivo tenemos que sacar de ello.
Como a todo lo que nos ocurre en esta, nuestra vida y que no sea de nuestro
agrado, estamos en la obligación, para no caer en una depresión que haga
nuestra vida aún más pesada, de dar la vuelta a la tortilla y ponerla de la
cara más positiva posible... para que no se nos queme.
Sube la luz, la tarifa de una luz necesaria para nuestro día
a día, de una luz cuasi imprescindible, y la suben porque saben que tenemos que
pagarla forzosamente porque nadie puede ya vivir sin electricidad, sin esa luz
que mueve nuestro mundo.
Pero no vamos a hablar de política, eso queda para los
políticos y para los que entiendan de ella, nosotros solo entendemos de fútbol
y de sobrevivir en este país que nos están dejando irreconocible.
Sube la luz y en casa... volvemos al lápiz y al papel. a la
hora de escribir estas líneas, no lo hacemos sentados frente a la fría pantalla
del ordenador, sino frente a la chimenea, sentados frente al calor que emana no
de una estufa eléctrica ni de butano, sino de las llamas de unas ramas, de unos
palos hallados en el campo, madera reciclada de forma que nos da el calor
necesario para luchar contra el frío invierno de una forma que el consumo
eléctrico o de butano es igual a cero.
Y escribiendo estas letras a lápiz y papel, esos artilugios
antiguos, casi arcaicos, que ya apenas se recuerda como se usan, pero que da un
placer inmensamente mayor para los sentidos de todo aquel al que le gusta hacer
las cosas de forma sencilla, como lo hacían los grandes genios que nos dieron
sus letras y su pasión por la lectura y la escritura. Los viejos folios
reciclados, escritos por ambas caras, salen de su letargo y sonríen a los
trazos del carboncillo del viejo lápiz del ikea, pequeño, de tacto suave y que
si se equivoca pide perdón en forma de borrón de goma...
Todo vuelve en esta vida y a todo hay que adaptarse, todo
aquel que lo haga, saldrá mejor parado. De nada nos servirá el quejarnos y
quejarnos y seguir consumiendo la misma cantidad de energía que pagaremos al
precio que estos señores nos quieran hacer pagar, ya que poco podemos hacer al
respecto, pero... todos podemos bajar el consumo, ahorrar energía, volver a
hacer las cosas que podamos como antiguamente, de la manera que quizás nunca
deberíamos haber dejado de lado, por ejemplo... con lápiz y papel.
Kike Caballero
21-12-2013
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