sábado, 19 de octubre de 2013

NO TE QUIERES ENTERAR, YEAH, YEAH. By Kike Caba.

foto: Mar Martínez.


NO TE  QUIERES  ENTERAR  YEAH  YEAH

Hoy, tras mi mañana de ver partidos de fútbol base como suelo hacer muchas mañanas de sábado, vuelvo a casa con el mismo sentimiento de casi siempre: Ganar está por encima de todo, discutir con el entrenador contrario durante el partido, aunque éste sea tu amigo, insultar y gritar al árbitro y éste, hacerse el sueco como tantas veces, porque de hacer caso al reglamento y oído lo oído, los dos a la caseta y aquí paz y después gloria. Pero bueno, no es ese el tema del que quiero hablar hoy.
En los trocitos de partidos que he podido ver, he visto de todo, como lo arriba expuesto, varios actos merecedores de recibir la tarjeta verde, y niños disfrutando y otros no tanto.
Observando maneras de dirigir el partido desde el banquillo y de impartir justicia de manera casi inmóvil desde el centro del campo (algunos parecen llevar un ancla atado a la cintura) y sin ver las jugadas que merecen ese premio, se me ocurre un nombre para calificar a algunos que, simplemente por estar dentro de un campo como árbitro o de pie junto a un banquillo dirigiendo a un grupo de pequeños jugadores, ya lo saben todo de fútbol y, o bien el reglamento y las circulares en el caso de los primeros o sus apuntes o libros, en el caso de los segundos, salen por la ventana; he dado a bien en llamarlos, los no te quieres enterar, como la canción de Conchita Velasco.
Siempre los ha habido y siempre los habrá, ya que es una cuestión inherente a la persona y cada cual es dueño de uno mismo y por mucho que insista alguien externo a él, no se le puede obligar a hacer lo que no quiere, pero no por ello hay que dejar de recordárselo: el mejor profesional es el que está en continua y constante formación, el que es curioso, el que pregunta, el que lee, el que estudia y, en definitiva, el que continua con humildad el camino que le lleve a ser mejor... y no el que gana el partido a costa de exprimir y "picardear" al niño.
Lo que sí es evitable es que esas personas sigan arbitrando o dirigiendo a un grupo humano que está JUGANDO, aprendiendo y formándose. Todas las semanas observamos como hay árbitros que, o bien, no se enteran de que existe en Cádiz la tarjeta verde (cosa muy grave para ellos, pues denota dejadez, pasividad, apatía y falta de profesionalidad), o no se quieren enterar y se hacen el sueco (peor aún por todo lo que conlleva de positivo para todos esa tarjeta, inclusive para los árbitros). Además, parecen no querer enterarse tampoco de que hemos sido los primeros en adoptarla y emplearla con la importancia que eso conlleva y el orgullo que debemos sentir al estar capacitados y facultados para usarla antes que el resto de compañeros de profesión del resto de España. Esos árbitros que tan solo por vestirse de negro (o cualquiera de los muchos colores que ahora se estilan), ya se creen el sheriff del condado, con lo bonito que es arbitrar sintiendo lo que estás haciendo y viviendo el partido como deportista, persona de fútbol y profesional, como lo hacen muchos, creo que se equivocan si no la quieren utilizar o, se equivocan también si es que ni siquiera conocen de su existencia.
Con respecto a mi gremio, el de entrenadores y monitores de fútbol, la cosa no cambia mucho. Se siguen viendo entrenadores y monitores que, al verte pasar te miran de reojo, con superioridad, como perdonándote la vida porque ellos son el míster y tú tan solo una persona de a pie, un padre, un entrenador en paro, un aficionado más o un  loco del fútbol sin equipo.
Son estos entrenadores y monitores que, desde que sacaron su carnet, no asisten a una sola de las charlas, conferencias, seminarios, congresos o cursos que se hacen pensando en todos y cada uno de ellos, y que se limitan a copiar la forma de jugar o entrenar de sus equipos referencia (sean Madrid, Barca, Cádiz, o demás), haciendo literalmente con sus niños lo mismo que ven en los entrenamientos de primera división, y que después no saben ni expresar con palabras ante los niños lo que significa simplemente ESTILO DE JUEGO (porque no saben siquiera lo que es), los que entran dentro del título de este artículo. Y aquí si me aventuro a decir que hay muchos así. Otros muchos, soy testigo de que no son así y suelen asistir con asiduidad a estos eventos y se alimentan y nutren de todo lo que de novedoso sale en el mundo del fútbol.
Otro grupo, peor aún que los dos anteriores, es el de esas personas que, aún sin título alguno que los faculte para realizar este trabajo, lo hacen, a sabiendas de su club y con el respaldo de éste, cubriéndose tras mil excusas, como: es que los entrenadores salen muy caros, es que ningún entrenador quiere entrenar, es que el que está entrenando sabe más de fútbol que todos los entrenadores que han pasado por aquí, y miles de ellas... por cierto, no he visto jamás a una persona sin su título de medicina, operando a nadie en un hospital, y no me digan que no es  lo mismo, porque el médico te salva la vida, pero el entrenador cualificado te prepara para ella y sabe que metodología emplear y que pasos ha de seguir para que el niño vaya progresando de manera adecuada en su formación como deportista y como persona, que creo que también es importante.
De estos dos últimos grupos, la culpa en gran medida es de los Clubs o Escuelas. Una de las excusas que ponen es que no hay dinero para pagar a una persona cualificada, mientras vemos, que hoy día, prácticamente en todos los clubs y escuelas se les cobra una cuota mensual a los niños, una matrícula, se les cobra toda la ropa y material deportivo que se les entrega (donde también se obtienen sustanciosos beneficios), aduciendo a que formar a esos niños cuesta mucho dinero, sin embargo vemos junto a los banquillos a personas que, con su forma de comportarse, hablar, vestir o, incluso ser, poco o nada positivo están cooperando a  la formación de esos niños, que, al fin y al cabo, son los que pagan, en dinero y en falta de formación tanto en fútbol, como en valores, y... lo hacen con intereses!!.
Por eso el título de este artículo, sin ánimo de ofender a nadie, sino todo lo contrario, con el ánimo de que el que se vea reflejado en él, se prepare, se forme constantemente, asista a cursos, charlas y demás, pregunte, lea y se actualice para así poder dar lo mejor de sí a esos niños que no esperan menos de él.
Ánimo y a aprender, señores, que cada vez hayan menos no te quieres enterar yeah yeah en nuestros campos.
19-X-2013

Kike Caballero

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te apetece, comenta el artículo. Nos ayudarás a mejorar.